La historia de Gabriel Quiroz (el Bambi, como se lo conoce desde su adolescencia cuando jugaba al rugby) es conocida en Zapala. Nació hace 54 años en esta ciudad y hace 25 es empleado de la municipalidad. Hace 35 años que se vincula con los medios de comunicación como locutor, comunicador social y DJ.
“Mi historia con la obesidad se remonta a los 4 años. Desde ahí empecé a luchar contra la enfermedad. Gracias a Dios tuve el apoyo de mis padres, pero obviamente uno no hace el quiebre. Entonces la obesidad se transforma en una adicción insoportable, por eso es la pandemia más grande del mundo. En cinco años, el 65 por ciento de las personas tendrá problemas de sobrepeso y obesidad”, dijo Quiroz.
En este camino recorrido a lo largo de su vida, fueron eternas luchas propias y con ajenos. “La luché mucho con mi familia, pero no logré hacer el clic hasta los 33 años. Más allá de todo el periplo que tuve tratando de descender de peso. Eso significó toda una vida de lucha, de discriminación, de que se me considere ‘el gordo Quiroz’, y hoy la historia es totalmente diferente”, indicó.
Años atrás, según Quiroz, médicos, nutricionistas y docentes muy pocas veces hacían lugar al tema de la obesidad. “Ahora la obesidad se está visibilizando por la enorme proliferación de este tremendo flagelo, que es más difícil de llevar que la pandemia del COVID-19”, relató.
“Producto de estudiarlo, producto de querer cambiar, y luego de haber sufrido dos picos de presión y haber pensado mucho en mi primer hijo. En ese entonces, cuando se me producen los dos picos de presión, tuve muchísimo miedo y decidí cambiar mi vida”, recordó. Contó que a partir de ese punto límite comenzó a gestar un cambio radical en su cuerpo. “Comencé con mi obra social, comencé a luchar mandando notas producto de un gran médico, amigo y padre como lo ha sido el doctor Marcelo Jeich, quien me marcó un camino sobre el tema, haciendo hincapié en que la salud es un derecho”, agregó.
“Me hizo estudiar la Constitución y que solo descubriera dónde estaba el problema. La salud es un derecho, por lo tanto cualquier obra social se tenía que hacer cargo. Empecé a contactarme con universidades de Colombia y Chile que tienen trabajos importantes en el tema y también me contacté con el doctor Alberto Cormillot”, explicó.
“El doctor Jeich me hizo ver que a través de la Justicia podía lograrlo y sin gastar un peso, por lo cual me acerqué a la defensora civil, en ese entonces Gabriela Calaccio, que es mi mamá de la vida”, dijo con emoción.
“Logramos un juicio mediante el cual le ganamos a mi obra social, el ISSN, que debo decir, se ha portado de maravillas con todo lo que tiene que ver con la lucha. Me contactan con Consultorios Integrales de Tratamiento de la Obesidad de Neuquén, que fueron los responsables de que esté como estoy (doctores Marcelo Guangiroli, Carolina Pagano, Federico Villagra y otros más), se encargaron de marcarme el camino, y totalmente decidido como lo he venido haciendo desde hace casi 14 años”, sostuvo.
“Logré la operación (bypass gástrico) luego de un largo periplo. Esta lucha se transformó en una forma de vida, 16 años haciendo ejercicio más la cabeza puesta en la idea de adelgazar”, reflexionó. “Me queda una operación que es puramente estética, para cerrar mi expediente con el ISSN, que próximamente lo voy a lograr”, agregó.
Dijo que hoy tiene una vida totalmente sana y es inmensamente feliz de haberla logrado. “Es hermoso ser un ejemplo y haber logrado un cambio radical en mi vida con la felicidad que eso conlleva, con haberme encontrado con gente hermosa como la que tengo hoy en día. A punto de casarme, con dos hijos hermosos y tres de la vida, ojalá que esto contribuya a que yo pueda seguir ayudando gente”, cerró.
Compartinos tu opinión